Gracias a una intervención sencilla a través de materiales y de una paleta de color en tonos claros, la interiorista Catalina Velásquez le dio nueva cara a esta cocina cuyo dueño es un chef experto apasionado de su oficio.

Las remodelaciones exitosas son aquellas en las cuales se tiene desde el principio una comunicación clara con el cliente, la cual ayuda a determinar sus necesidades y lo que espera de la propuesta. La gran pasión y el oficio de este cliente en particular es la cocina. Si bien la funcionalidad y la distribución anterior a la remodelación respondían al uso que se le estaba dando a este espacio, teniendo en cuenta que es la cocina de un apartamento, la necesidad principal era ampliar el mesón central que es el punto de cocción, buscando más apoyo para esta actividad. “Con este mismo fin se hizo una mesa de ruedas con tapa de granito de doble funcionalidad. Por un lado se puede anexar al mesón en momentos de uso y amplía aun más las zonas de trabajo, y por el otro, en los momentos de no uso está en una esquina muerta del espacio cumpliendo la función de apoyo lateral para electrodomésticos u otros elementos de cocina”, nos cuenta Catalina.

La pasión del dueño de casa es la cocina y esta remodelación responde a sus requerimientos en este sentido.

Con una nueva cara

Manteniendo la misma distribución y el mismo mobiliario se hizo un cambio sencillo de look a través de materiales y del color. A los muebles de cocina se les instalaron nuevas puertas y herrajes, preservando el mesón de granito original. La isla central se cambió por otra nueva más grande en la misma ubicación. Toda la paleta de color de la cocina se escogió muy clara para dar luminosidad e incrementar la sensación de amplitud de este espacio.

En esta cocina se mantiene la premisa de mantener independientes los espacios de preparación, cocción y lavado.

Teniendo en cuenta aspectos prácticos como mantenimiento y funcionalidad, la madera del mobiliario se cambió por fórmica, un material mucho más resistente e higiénico para el uso de cocina. “El blanco es un tono limpio y sencillo que ayuda a mantener el protagonismo del granito negro y a aclarar más la cocina. Los revestimientos de pisos y paredes se escogieron en tonos arena muy claros y el muro tiene algo de textura para darle vida y cortar con las superficies y colores planos y lisos tanto de los muebles, como del mesón y el piso», comenta la diseñadora.

Gracias a unos cambios sencillos y muy puntuales, el resultado es una remodelación a la medida de las necesidades de un cliente para quien la cocina es una pasión y una manera de vivir.

La necesidad principal en esta remodelación era ampliar la isla central que es el punto de cocción, para darle más apoyo a esta actividad.

LOGRAMOS UN CAMBIO DE LOOK TOTAL, UNA COCINA RENOVADA CON UNA INTERVENCIÓN SIN CAMBIAR LA DISTRIBUCIÓN ORIGINAL

Concluye Catalina Velásquez