Inspirado en la sobriedad, la sencillez y la funcionalidad, Sasson Estudio de Arquitectura diseñó el interiorismo de Kuru situado en la calle 85 con carrera 13 en Bogotá. Allí se reúnen varios ambientes en los que los comensales disfrutan de una experiencia vibrante al tiempo que presencian un espectáculo gastronómico.

El punto de partida fue el espacio antes ocupado por salas de reuniones, áreas de servicios y una parte del gimnasio del hotel del que es vecino. Para darle una forma nueva a esta área se planteó un concepto marcado por la robatta – parrilla japonesa – que hace las veces de escenario para la cocina en vivo. La barra, que puede ser vista desde la calle, con sus líneas contemporáneas apoya el objetivo de atraer la atención hacia un espacio de techos altos en el que se combinan mobiliario y accesorios de corte minimalista.

La entrada principal, independiente de la del hotel, se hace a través de una terraza exterior que da paso a un vestíbulo de doble altura y que lleva a la zona de bar compuesta por lounge y barra. A continuación se encuentra el restaurante con banquetas y mesas independientes que se extienden hasta la terraza posterior marcada por el jardín vertical.

LAS LÁMPARAS DEL VESTÍBULO NO SOLO SUMAN CALIDEZ SINO QUE RECUERDAN EL ARTE DEL ORIGAMI

Materiales como el porcelanato del piso, la madera maciza en los paneles de los muros y el metal en pérgolas y puertas le dan cuerpo a una composición unificada y armónica que busca emular los principios del yin y el yang. A su vez el mobiliario que mezcla mesas y sillas de alturas y modelos distintos le da fluidez y versatilidad al espacio, además de que sirve para definir áreas y actividades.

LA COLECCIÓN DE MATERIALES, MUEBLES Y ACCESORIOS HACEN DE KURU UN LUGAR PARA DISFRUTAR DE UNA ATMÓSFERA ORIENTAL CON TODOS LOS SENTIDOS.

La iluminación también juega un papel importante en el ambiente que se percibe en Kuru. Las lámparas del vestíbulo no solo suman calidez sino que recuerdan el arte del origami. La inspiración oriental vuelve a aparecer en uno de los ambientes del bar en donde la iluminación basada en círculos evoca el símbolo del sol presente en la bandera de Japón. Y estas reminiscencias no se detienen aquí.

Los grabados en los muros de piedra de las terrazas, así como los diseños textiles que recubren cojines y sillas que toman su inspiración en los colores de los cerezos que florecen en primavera, también recuerdan paisajes japoneses.

Así mismo la decisión de incluir muros de concreto en el interior está marcada por el uso frecuente de este material en la arquitectura oriental contemporánea, estética que va de la mano con la función. El tratamiento dado a estas superficies asegura el aislamiento acústico que reduce el impacto en el entorno.

La colección de materiales, muebles y accesorios hacen de Kuru un lugar para disfrutar de una atmósfera oriental con todos los sentidos.

Agradecimiento: Max Morales