LA EVOLUCIÓN DE UN CONCEPTO CON MUCHOS BENEFICIOS
Las cubiertas naturales ya dejaron de ser moda para convertirse en un imperativo en grandes proyectos de todo tipo. En algunos, incluso, les sacan provecho más allá de su función decorativa.
Las cubiertas, terrazas o techos verdes cumplen funciones más allá de lo ornamental. En la actualidad, incluso, su papel es fundamental por los efectos bioclimáticos que genera para la regulación de las temperaturas internas de las edificaciones, la generación de oxígeno y la captura de material particulado y, en algunas ocasiones, porque son utilizadas para sacarles provecho mediante huertas y cultivos.
Cuenta David Gómez, director de proyectos de Groncol, empresa colombiana, que estas intervenciones se realizan desde hace aproximadamente una década, pero que ha sido en el último lustro que se han masificado dado el auge de la sostenibilidad aplicada en los diseños arquitectónicos de proyectos residenciales, comerciales e institucionales, de cualquier envergadura.
Al principio, narra David, la tendencia fue hacer cubiertas extensivas, es decir que tenían un carácter más técnico con una función básica: ofrecer un confort técnico en el interior de las estructuras, con vegetación de poca altura -entre 10 y 15 centímetros-, que requería poco mantenimiento con un bajo consumo de agua.
Pero con el paso del tiempo los clientes fueron cambiando su interés y quisieron aprovechar de una mejor manera estos espacios, agregando materiales y tecnologías más elaboradas como pisos duros, en concreto, PVC, porcelánicos y porcelanatos, que estuvieran elevados del piso para que la evacuación del agua fuese más ágil, requiriendo para ello la impermeabilización de la cubierta y que no se presentaran filtraciones hacia el interior de las edificaciones.
Vendría luego la decoración con la instalación de pérgolas y parasoles, que convirtieron a estas terrazas en un lugar de encuentro y disfrute.
Ana María Prado, gerente de la empresa colombiana Vertin, comenta que si bien la mayoría de las solicitudes que reciben de sus clientes es para la instalación de cubiertas ornamentales, también -aunque los casos son pocos- deciden ubicar allí huertas para darle un carácter productivo al espacio. Ella misma, en su oficina de Bogotá, lo hace en su techo.
Hablar de tendencias en diseños de cubiertas es difícil, señala Ana María, pues cada cliente y cada arquitecto tienen una idea en particular, aunque en la actualidad hay un marcado interés por los ambientes frondosos, lejos de ambientes estructurados.
David Gómez señala que una de las ventajas más importantes de las cubiertas verdes es el confort térmico en el interior de las estructuras, que hace que en los pisos más cercanos al piso superior se generen temperaturas aproximadas entre 16 y 17 grados centígrados, evitando así el uso de aire acondicionado y reduciendo costos.
También se produce una retención importante de aguas lluvias en las capas verdes, y una ventaja no menos generosa: que en la actualidad, dice David, los proyectos con acabados verdes suelen ser más apetecidos para una posible negociación. El verde y sus beneficios estéticos, ambientales y económicos.
Autor: Sebastián Aguirre Eastman
Fotografia: 1209 Picture Factory