UN MATERIAL PATRIMONIAL QUE SE MANTIENE VIGENTE
Aunque su uso se dio en mayor medida en épocas antiguas, el bahareque sigue vigente como materia prima para la construcción, en especial en zonas campestres o en el campo.
En enero de 1999, el departamento de Quindío, en el centro occidente de Colombia, soportó uno de los terremotos más catastróficos de la historia en este país. Con una magnitud de 6.1 en la escala Richter, provocó la muerte de cerca de 2.000 personas y el colapso de cientos de edificaciones.
Muchas otras pudieron haberse derrumbado también, pero las salvó que habían sido construidas con bahareque, como señaló un informe de tres profesores de la Universidad Nacional de Colombia: los arquitectos Jorge Enrique Robledo y José Fernando Muñoz, y el ingeniero Gonzalo Duque-Escobar, disponible en la biblioteca digital de dicha institución, titulado “Al bahareque le fue muy bien”.
“Lo ocurrido en el corregimiento de Barcelona es ilustrativo. Allí permanecieron en pie, y habitables con pequeñas reparaciones, los cuatro grandes caserones de bahareque y de dos pisos que quedaban en su parque principal, en tanto, en un porcentaje altísimo, las edificaciones de ladrillo y concreto fallaron, hirieron y mataron”, reportaron los docentes.
El informe fue motivado, registraron los autores, por los prejuicios que sobre este material existían en esa época, y que el profesor Jorge Rincón, docente de la maestría en Desarrollo Sostenible de la Universidad de Manizales, comentó a Arquitectura Corona que aún hoy, dos décadas después, se mantienen vigentes.
Un material resistente
El bahareque, históricamente, fue un material muy utilizado en épocas de colonización, cuando las ciudades en Colombia, particularmente, y en otros países andinos como Perú y Ecuador, comenzaban a formarse.
Al principio, afirma Jorge Rincón, se fabricaba con madera, luego con guadua, en otros sitios con caña brava o chusque, y en tiempos másrecientes con metal y encementado.
En Colombia, por ejemplo, la construcción en bahareque está reglamentada en las normas de resistencia, que incluso les dedican un capítulo entero a estas edificaciones, dándole énfasis al bahareque encementado, que es el que ha reemplazado al revestimiento antiguo que se hacía con una mezcla de cagajón con cemento y arena.
HOY MUCHAS CASAS CAMPESTRES TIENEN SECTORES HECHOS CON BAHAREQUE, QUE MEZCLADO CON PIEDRA O VIDRIO PUEDE DAR UNA APARIENCIA MÁS CONTEMPORÁNEA
“Urbanamente ha sido poco utilizado en viviendas planificadas, que han puesto su mira en otros materiales como el vidrio, el adobe y el concreto. Es en el campo donde más se lo ve, y si bien en algunos momentos tuvo un estigma grande al ser relacionado con pobreza, ya que era utilizado en las construcciones de invasión en laderas, hoy muchas casas campestres tienen sectores hechos con bahareque, que mezclado con piedra o vidrio puede dar una apariencia más contemporánea”, anota el profesor Rincón.
ESTE MATERIAL ES IDEAL PARA CUALQUIER TIPO DE CLIMA, DEPENDIENDO DE LA TÉCNICA CONSTRUCTIVA QUE SEA UTILIZADA.
Si es en zonas cálidas, los pisos pueden ser más altos y se pueden generar cenefas o ranuras en la altura que permitan el ingreso de aire fresco al interior, con puertas y ventanas grandes, lo contrario que ocurre en tierras frías, donde se recurre a una técnica de “tabla parada”, con paredes más grandes revestidas con tabla que las hace más resistente a este clima. Además de todo lo anterior, el bahareque mantiene una estrecha relación cultural con las regiones donde se encuentra, que lo convierte en muchos casos en testigo de un patrimonio que se resiste a dejar de existir en zonas andinas.
Autor: Sebastián Aguirre Eastman
Fotografía: Andrés Valencia