Daniel Bonilla, un arquitecto que se alimenta del mundo
Reconocido arquitecto de la Universidad de Los Andes, Daniel Bonilla ha diseñado importantes proyectos y ha sido conferencista en diversas universidades e institutos como The Royal Institute of British Architects en Reino Unido y The Danish Royal Academy en Dinamarca. Sus obras han sido seleccionadas y premiadas en bienales colombianas, ha recibido galardones como el Premio Lápiz de Acero Azul y diseñó el pabellón de Colombia en Expo Hanover en el año 2000, entre otros. Algunas de sus obras destacadas son la capilla del Colegio Los Nogales y de la Milagrosa en La Calera, el edificio Omega Block del Colegio Anglo Colombiano, el de la Cámara de Comercio en Chapinero, el edificio Julio Mario Santo Domingo y el Centro de Atención Integrado de la Universidad de los Andes.


Detrás de todos estos proyectos está Daniel: un ser humano que sorprende con su filosofía de vida. Lo caracteriza un interés por tocar y transformar la realidad; el afán de aprender y unas ganas de impregnar los espacios de simpleza; la búsqueda autodidacta y una naturaleza de hacer, crear y construir en colectivo; y la convicción de actuar, trabajar y vivir con generosidad. Daniel se alimenta de sus viajes en familia y tiene claro sus derroteros, sus metas e incluso las frustraciones que hay por el camino. Es un terco guerrero que siempre llega y que tiene muy claro que en quince años estará viviendo la vida a un ritmo más lento.
Daniel se declara un producto de la época donde la tecnología ha transformado el oficio: “Ha sido un nuevo instrumento que nos ha permitido democratizar los talentos y la profesión así como conectarnos con personas que nos interesan, acortar las distancias y ser universales dentro de nuestras referencias locales. Los arquitectos de hoy tenemos acceso a una mayor interacción cultural con otras sociedades que nos hace más globalizados. La tecnología nos permite actuar de forma más ágil y comunicarnos integralmente para contaminar y contaminarnos con la información. El conocimiento se construye de forma colectiva y colaborativa, eso me interesa mucho hoy en día…”
Y en ese construir, Daniel Bonilla, el hombre detrás del arquitecto, seguirá alimentándose del mundo para aprender y aportar, pues asegura que lo que más le apasiona de su profesión es que nunca acaba de estudiar y adquirir conocimiento.
Autor:
Mariana Jaramillo
fotografía:
Max Morales